Consejos para reducir la papada

Cómo reducir la papada sin cirugía

Cómo reducir la papada sin cirugía

El cuello es una de las zonas del cuerpo que más delata la edad de una persona por lo que a menudo la papada se convierte en una auténtica pesadilla. De hecho, la papada no solo añade años sino que también resulta poco estética. Sin embargo, no siempre es necesario recurrir a la cirugía, algunos ejercicios y posturas pueden ayudarte a reducir la papada.

¿Por qué aparece la papada?

La papada es un problema que afecta tanto a hombres como a mujeres y puede tener una predisposición genética. De hecho, no es extraño ver que en una familia muchos de sus miembros comienzan a desarrollar la papada cuando llegan a cierta edad.

No obstante, también puede aparecer como consecuencia del sobrepeso y la obesidad ya que la grasa se acumula en la zona debajo del mentón. La falta de tonicidad muscular y la flacidez son otros factores que favorecen la aparición de la papada, al igual que hábitos de vida nocivos, como beber demasiado alcohol. El aumento rápido de peso o su pérdida en pocas semanas, casi siempre debido a las dietas milagro, también puede contribuir a que aparezca la papada.

Cinco ejercicios diarios para disminuir la papada

  1. Pronunciar las vocales. Se trata de un ejercicio muy sencillo que te ayudará a reducir la papada. Solo tienes que pronunciar las cinco vocales pero abriendo lo más que puedas la boca. Repite cada vocal 10 veces.
  2. Círculos con la lengua. Este ejercicio también es muy fácil. Coloca la espalda recta, cierra la boca y asegúrate de que tu barbilla queda horizontal al suelo. Después, traza círculos con la lengua en el paladar superior, en el sentido de las agujas del reloj. Haz 10 repeticiones.
  3. Sonrisa invertida. Quizás al principio te cueste un poco, por la falta de costumbre, pero muy pronto le cogerás la vuelta. Se trata de hacer una sonrisa invertida, intentando tensar lo más que puedas los músculos del cuello y manteniendo la cabeza erguida. Repítelo 10 veces.
  4. Girar el cuello. Mantén la espalda recta y cruza los brazos a la altura del pecho. Luego, estira el cuello hacia adelante lo más que puedas y gira la cabeza hacia un lado. Mantén esa posición durante unos segundos, regresa a la posición inicial y repite el ejercicio, ahora mirando hacia el otro lado. Repite el movimiento 10 veces. Además de reducir la papada, este ejercicio también te ayudará a aliviar los dolores musculares en la zona del cuello y los hombros.
  5. Mover la mandíbula. Con el cuello recto, la mirada al frente y la boca cerrada, debes mover la mandíbula inferior hacia la derecha y la izquierda. Después, vuelve a hacerlo pero esta vez con la boca abierta. Repite el ejercicio 10 veces. Notarás cómo trabajan los músculos de la papada así que es normal que durante los primeros días experimentes una ligera molestia ya que se trata de movimientos poco comunes.

Como colofón, debes saber que la clave para que estos ejercicios sean eficaces es la perseverancia. Así que debes hacerlos 3 veces a lo largo del día.

Tres hábitos para prevenir la papada

  1. Mantén siempre una buena postura, tanto al caminar como al estar sentado. Debes mantener una posición neutral, ni demasiado hacia delante ni muy hacia atrás. Cuando estés sentado, asegúrate de mantener la barbilla horizontal al suelo.
  2. Elige una almohada delgada para dormir. Una almohada demasiado alta hará que la piel se estire y sea más propensa a que se forme la papada.
  3. Mantén la piel bien hidratada. La falta de hidratación hace que la piel pierda elasticidad, por lo que debes cerciorarte de aplicar crema hidratante todos los días en esta zona y beber abundante líquido.

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