El SARS-CoV-2 es el virus que ha puesto en vilo a todo el mundo al provocar la enfermedad conocida como COVID-19. Dado el nivel que ha alcanzado la pandemia, nadie se encuentra completamente a salvo, por lo que es comprensible que todos deseemos protegernos y proteger a las personas que queremos de la mejor manera posible.
Hasta el momento, las mejores medidas de protección consisten en mantener la distancia social, usar la mascarilla y lavarnos las manos con frecuencia. Sin embargo, intentar fortalecer el sistema inmunitario para que pueda combatir la infección si entra a nuestro cuerpo es una buena idea.
Aunque hasta el momento no existe ninguna investigación que respalde el uso de ningún tipo de suplemento para proteger específicamente contra la COVID-19, mantener una dieta sana e introducir alimentos que nos ayuden a combatir los síntomas de las infecciones respiratorias más comunes puede brindarnos una protección adicional.
En este sentido, un análisis realizado en la Universidad de Colombo puso de manifiesto que “una dieta equilibrada es fundamental para minimizar las deficiencias de micronutrientes y prevenir las infecciones virales como la COVID-19”. Por tanto, estos investigadores recomiendan reforzar el consumo de alimentos ricos en vitamina A, C y D; así como aquellos que contienen oligoelementos como el zinc y el selenio, los cuales son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
Aún así, es importante tener en cuenta que nuestras defensas actúan como un sistema, lo cual significa que para funcionar adecuadamente necesitan equilibrio y armonía. Por tanto, no basta con seguir una dieta balanceada, sino que también hay que llevar un estilo de vida saludable y evitar el estrés.
Tabla de contenidos
Alimentos comprobados científicamente para fortalecer tus defensas
Arándanos
Un estudio desarrollado en la Universidad de Auckland concluyó que “los flavonoides son un suplemento viable para disminuir la incidencia de las infecciones del tracto respiratorio superior en las personas sanas”, las cuales suelen estar causadas por 7 tipos de virus diferentes, entre los que se encuentran los coronavirus.
Los arándanos contienen un tipo de flavonoide llamado antocianina, cuyas propiedades antioxidantes contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico. No obstante, todos los arándanos no proporcionan los mismos efectos protectores. Otro estudio llevado a cabo en el Centro de Tecnología Agrícola de Fukushima descubrió que la variedad conocida como “ojo de conejo”, de un color azul característico, es la que tiene el mayor efecto antiviral. Por tanto, si quieres reforzar tus defensas, puedes incluir un puñado de arándonos en tu desayuno para comenzar con buen pie el día.
Espinacas
Quizá las espinacas no sean tu alimento favorito, pero deberías incluirlas en tu menú semanal porque son especialmente ricas en flavonoides y vitaminas C y E. Un estudio realizado en la Universidad de Boston comprobó que la vitamina E tiene propiedades antioxidantes, de manera que contribuye a contrarrestar la inflamación en el cuerpo.
Por otra parte, la vitamina C elimina los radicales libres y “mejora la función del sistema inmunológico, como las actividades de las células asesinas naturales y antimicrobianas, estimulando la proliferación de linfocitos”, según estos investigadores.
Cúrcuma
Esta especia originaria de la India se suele usar como colorante alimentario y es uno de los ingredientes del curry. De hecho, no solo se usa para cocinar sino que también está presente en algunas medicinas alternativas. La curcumina, un compuesto de la cúrcuma, es el principal responsable de sus beneficios para la salud.
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Texas indicó que la curcumina es un “potente agente inmunomodulador que puede regular la activación de las células T, linfocitos B, macrófagos, neutrófilos, células asesinas naturales y células dendríticas”. Además, “la curcumina puede regular a la baja la expresión de varias citocinas proinflamatorias y quimiocinas”.
Por tanto, no sorprende que otra investigación realizada en la Universidad Central de Michigan concluyera que la curcumina “ayuda en el manejo de condiciones oxidativas e inflamatorias”. Sin embargo, estos investigadores también indicaron que “la ingestión de curcumina por sí sola no produce los beneficios para la salud debido a su escasa biodisponibilidad. lo que parece deberse principalmente a una mala absorción, un metabolismo rápido y una eliminación rápida”. La buena noticia es que la piperina, el principal componente de la pimienta negra, aumenta en un 2000% la biodisponibilidad de la curcumina.
Naranjas y kiwis
La vitamina C es famosa por fortalecer nuestras defensas, entre otras cosas porque mejora las funciones de la barrera epitelial para evitar que entren agentes patógenos. Sin embargo, nuestro cuerpo no puede sintetizar este nutriente esencial debido a la pérdida de una enzima clave. A pesar de ello, existen dos frutas que contienen mucha vitamina C, las naranjas y los kiwis, por lo que deberían formar parte de tu menú cotidiano.
Un estudio realizado en la Universidad de Manchester con un total de 463 personas suministró a algunos participantes vitamina C durante las primeras 6 horas tras reportar los primeros síntomas del resfriado y la gripe, y más tarde tres veces al día. Comprobaron que en el 85% de las personas los síntomas disminuyeron, en comparación con aquellos que tomaron analgésicos y descongestionantes. Los investigadores concluyeron que “la vitamina C en megadosis, administrada antes o después de la aparición de los síntomas del resfriado y la gripe, alivió y previno los síntomas”.
De hecho, otra investigación realizada en la Universidad de Otago reveló que “la deficiencia de vitamina C da como resultado una inmunidad deteriorada y una mayor susceptibilidad a las infecciones”. Investigadores rusos también constataron que los pacientes con infecciones respiratorias agudas, como la neumonía, tienen concentraciones plasmáticas de vitamina C disminuidas en relación con las personas sanas. Además, comprobaron que la administración de vitamina C a esos pacientes no solo les permite recuperar los niveles plasmáticos de vitamina C adecuados, sino que mejora la gravedad de los síntomas respiratorios. Por tanto, si quieres fortalecer tus defensas, no olvides incluir alimentos ricos en vitamina C.
Otros alimentos que mejorarán tu sistema inmunológico y que puedes incluir fácilmente en tu dieta son el té verde y de ginseng, los cuales se han usado para tratar las infecciones del tracto respiratorio superior. El yogurt griego también te aportará probióticos que mejoran el sistema inmunitario actuando desde la flora intestinal.
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