Los hábitos que aceleran el envejecimiento y te hacen lucir mayor

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El envejecimiento es inevitable, al menos hasta que la ciencia logre encontrar el elixir de la eterna juventud. Mientras esperamos ese descubrimiento, debemos ser conscientes de que existen algunos hábitos que aceleran ese proceso de envejecimiento y nos hacen lucir mayor de lo que somos. Algunos de esos hábitos no solo nos hacen parecer más viejos, sino que también pueden restarnos años de vida e incluso conducirnos a una muerte prematura.

Cinco malos hábitos que provocan un envejecimiento prematuro

1. No hidratas ni proteges tu piel del sol

La piel es una de nuestras primeras cartas de presentación. Una piel sonrosada, tersa y luminosa es sinónimo de juventud mientras que una piel seca y apagada denota el paso de los años. Por eso, si la descuidamos, terminaremos luciendo mucho mayores. De hecho, uno de los peores hábitos consiste en no beber abundante agua. Si no nos hidratamos por dentro, la piel lo reflejará rápidamente. Para remediarlo, debemos beber al menos un litro y medio de agua al día o, en su defecto, infusiones que nos ayuden a hidratarnos.

A partir de los 30 o 35 años también es importante empezar a cuidar la piel por fuera. Debemos ponernos crema humectante a diario y, si es posible, utilizar cremas ricas en agentes antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres, que son los principales responsables del envejecimiento de la piel.

Para evitar la aparición de arrugas y manchas, también es fundamental no pasar demasiado tiempo expuestos al sol y usar siempre un protector solar. La exposición a los rayos ultravioleta envejece y daña el ADN de las células de la piel. Un estudio realizado en Australia con personas menores de 55 años comprobó que el uso diario de protector solar protegía del envejecimiento de la piel al cabo de 4 años y medio. Esas personas mostraban un 24% menos signos de envejecimiento de la piel en comparación con aquellos que consumieron suplementos de β-caroteno y quienes no usaban protector solar con frecuencia.

2. No duermes lo suficiente de noche

El sueño no solo es fundamental para reponer fuerzas y enfrentar la jornada con energías renovadas sino también para lucir mejor. La ciencia lo confirma. Un estudio realizado en el Instituto Karolinska fotografió a un grupo de personas después de haber dormido durante ocho horas por la noche y a otras que habían pasado 31 horas sin dormir. Un tercer grupo era el encargado de evaluar su aspecto.

Los investigadores comprobaron que las personas privadas de sueño parecían menos saludables, menos atractivas y más cansadas en comparación con quienes habían descansado bien durante la noche. Esto sugiere que un buen sueño reparador realmente puede ayudarnos a mejorar nuestro aspecto y lucir mucho mejor.

Además, durante el sueño la piel se renueva, aprovechando que no está expuesta a agentes dañinos como la contaminación ambiental, la luz solar o las temperaturas extremas. Cuando no dormimos lo suficiente estamos impidiendo que la piel se recupere de los traumas sufridos a lo largo del día, por lo que lucirá más apagada, lo cual termina acelerando el envejecimiento.

3. Comes muchos alimentos ricos azúcar

Esos caprichos dulces no solo se acumulan en la cintura. El azúcar que contienen alimentos como los dulces, el helado o incluso el pan blanco pueden terminar afectando nuestra piel, haciendo que aparentemos más años. De hecho, el aumento del nivel de azúcar en sangre puede causar inflamación y hacer que seamos más propensos a padecer brotes de acné.

Investigadores de la Universidad de Leiden comprobaron que la edad percibida guarda relación con la cantidad de azúcar que comemos y nuestros niveles de glucosa. Exactamente, cada aumento de 1 mmol/L en el nivel de glucosa en las personas representaba casi 5 meses más en la edad que aparentamos.

El problema radica en que consumir demasiada azúcar genera un proceso de glicación que termina dañando las proteínas imprescindibles para la reparación de la piel, como el colágeno y la elastina. Eso hará que la piel envejezca de manera prematura. Por tanto, para no lucir mayor de lo que somos, debemos limitar el consumo de productos ricos en azúcar.

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4. Bebes demasiado alcohol

El alcohol no suele ser un buen compañero de viaje. No solo provoca una resaca tremenda al día siguiente, sino que también es dañino para nuestra salud y, por si fuera poco, nos hace lucir mayores. Esa fue la conclusión a la que llegó un estudio realizado en Dinamarca.

Estos investigadores comprobaron que las mujeres que consumían 28 o más bebidas a la semana tenían un 33% más de riesgo de desarrollar arco senil en los ojos. En el caso de los hombres, el consumo de 35 o más bebidas por semana aumentaba en un 35% las probabilidades de tener ese arcus corneae, un anillo gris en el ojo que suele aparecer en la tercera edad y que nos brinda un aspecto más envejecido.

El consumo excesivo de alcohol también tiene un efecto directo sobre la piel. El alcohol reduce la vitamina A, por lo que termina provocando sequedad y descamaciones que dan lugar a un envejecimiento prematuro de la piel. El alcohol también disminuye la cantidad de oxígeno en sangre, lo cual limita la producción de colágeno y genera inflamación, haciendo que la piel pierda elasticidad y firmeza luciendo más apagada y flácida.

5. Fumas

Cuando fumamos, los pulmones no son los únicos que pagan las consecuencias. De hecho, el tabaco puede añadirnos varios años. Una investigación realizada en la Universidad Case de la Reserva Occidental no deja lugar a dudas: el hábito de fumar envejece fundamentalmente los ojos y la parte inferior del rostro.

En este caso los investigadores compararon los rasgos faciales de 79 pares de gemelos, uno de ellos llevaba al menos 5 años fumando y el otro no. Constataron que las personas fumadoras tenían bolsas más prominentes en los párpados superior e inferior, más arrugas en la zona nasolabial, el labio superior e incluso en la papada.

Además del envejecimiento prematuro de la piel, el tabaquismo también afecta los dientes, imprimiéndoles un color más amarillento. En el peor de los casos, puede causar enfermedades periodontales que conducen a la pérdida de los dientes o a la recesión de las encías, lo cual añade años a nuestra apariencia.

Referencias

  • Hughes, M. c. et. Al. (2013) Sunscreen and Prevention of Skin Aging. A Randomized Trial. Ann Intern Med; 158(11): 781-790.
  • Axelsson, J. et. Al. (2010) Beauty sleep: experimental study on the perceived health and attractiveness of sleep deprived people. BMJ; 341: c6614.
  • Noordam, R. et. Al. (2013) High serum glucose levels are associated with a higher perceived age. Age (Dordr); 35(1): 189–195.
  • Schou, A. L. et. Al. (2017) Alcohol consumption, smoking and development of visible age-related signs: a prospective cohort study. J Epidemiol Community Health; 71(12):1177-1184.
  • Okada, H. C. et. Al. (2013) Facial changes caused by smoking: a comparison between smoking and nonsmoking identical twins. Plast Reconstr Surg; 132(5): 1085-1092.

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