Es algo habitual que las mujeres tengan en ocasiones problemas vaginales menores. No se les da mayor importancia porque suelen curarse rápidamente cuando se detectan a tiempo y se realiza un tratamiento correcto. Normalmente, cualquier tipo de lesión genital femenina suele ser molesta, pero también hay veces que puede pasar desapercibida.
En este sentido, es muy importante saber qué tipo de lesiones genitales femeninas hay y así identificarlas lo antes posible. Normalmente estos problemas están relacionados con la menstruación, relaciones sexuales, infecciones, medicamentos, cambios después de un embarazo, etc.
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Síntomas
Las mujeres suelen darse cuenta de que algo no marcha bien cuando su flujo vaginal presenta algún cambio tanto en el color, como en la textura o incluso en el olor. Los cambios durante la micción (orinar con frecuencia) o incluso algún dolor o ardor al hacerlo, también suelen ser síntomas que alertan a una mujer de que algo no va bien.
Causas
Hay diversas causas que pueden provocar que existan lesiones genitales femeninas y que causen un cambio en el flujo vaginal normal. Algunas de las causas más comunes son las siguientes:
- Infecciones vaginales de cualquier índole
- Infección del cuello uterino
- Tener un objeto en la vagina
- Infecciones o enfermedades de transmisión sexual
- Prácticas sexuales que generan desgarros vaginales
- Medicamentos
- Duchas vaginales
Tipos de lesiones vaginales más frecuentes
A continuación vamos a explicarte con más detalle, qué tipos de lesiones genitales femeninas son las más comunes para que puedas identificar la tuya en caso de que tengas alguna. De esta manera pide ayuda médica lo antes posible para tratarlo de manera eficaz.
Dolor pélvico
Cuando se padece dolor pélvico puede ser difícil de controlar ya que el dolor puede ser incapacitante sin saber exactamente por qué ocurre. Normalmente las causas más comunes son: afecciones, quistes… problemas que pueden causar dolor y sangrado aunque no se tenga la menstruación.
Infecciones vaginales
Las infecciones vaginales pueden ocurrir por diversos motivos, por eso es necesario saber cuáles son para ponerles remedio. Normalmente se necesitarán una serie de medicamentos en el tratamiento como óvulos vaginales para frenar la infección y restablecer el equilibrio vaginal. Si crees que tienes una infección vaginal deberás tener en cuenta lo siguiente: no mantengas relaciones sexuales hasta que te vea un médico y nunca hagas duchas vaginales.
Las duchas vaginales no son buenas y además cambian el equilibrio de las bacterias vaginales y pueden hacer que se genere una infección en el útero o las trompas de Falopio. Esto puede hacer que tengas la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
Si hay una infección vaginal ocurre cuando crecen demasiadas células de levadura, bacterias o virus que causan esta dolencia. Por eso, cuando hay un cambio en el equilibrio normal de los organismos vaginales puede haber una infección vaginal. Los tres tipos más comunes son:
- Infección bacteriana o vaginosis bacteriana
- Infección parasitaria o tricomoniasis
- Infección por hongos o vulvovaginitis por cándida
Los síntomas más comunes de las infecciones vaginales son fáciles de reconocer, siendo los más frecuentes:
- Cambio en el flujo vaginal aumentando la cantidad
- Cambio en el color vaginal (verde, gris o amarillo)
- Hinchazón, ardor, dolor o enrojecimiento vaginal
- Olor vaginal como a pescado
- Escozor al orinar
- Dolor al mantener relaciones sexuales
- Sangrado al mantener relaciones sexuales aunque no se tenga la menstruación
Si tienes una infección vaginal y estás embarazada deberás hablar con tu médico para que te indique cuál es el mejor tratamiento en tu caso concreto. Existen algunas condiciones que pueden afectar al embarazo y que en este caso, deberás tener el tratamiento correcto.
Problemas vaginales o vulvares
Otras de las lesiones genitales femeninas más frecuentes pueden ocasionar problemas vaginales o vulgares. Suelen ocurrir cuando se usan métodos anticonceptivos, con algunos medicamentos o simplemente porque la mujer comienza a tener cambios físicos después de los embarazos. Para entender mejor este tipo de problemas, debes saber a cuáles estamos haciendo referencia:
- Prolapso vaginal (cambios en la micción y en los intestinos)
- Objetos extraños (como un tampón olvidado)
- Lesión vulvar o vaginal al darse un golpe
- Dolor vulvar
- Neuralgia pudendo
- Vaginitis no infecciosa (como irritación o reacciones alérgicas en la vagina)
- Cambios hormonales en la menopausia
- Uso de antibióticos o medicamentos que cambian el equilibrio de la flora vaginal
Erupciones, llagas, ampollas o bultos en la zona vaginal o vulgar
Además de las comentadas anteriormente, hay otro tipo de lesión genital femenina bastante común que es tener sarpullido, llagas, ampollas o bultos en la zona vaginal o vulgar. Normalmente ocurre por irritación en la piel de la vagina a causa de jabones con irritantes, cuando se usa ropa demasiado ceñida o cuando se tiene humedad demasiado tiempo en la zona vaginal (como un bañador mojado).
De cualquier modo, cualquiera de estas lesiones necesita ser valorada por un médico para saber si es grave o no y cuál es el tratamiento adecuado en cada caso concreto.
Tam, T., Matthew F., D. (2019) Vaginal Pessaries. Editorial: CRC Press.