El vino tinto es una bebida que existe desde hace siglos, pero ahora estamos redescubriendo sus propiedades beneficiosas para la mente y el cuerpo. De hecho, a raíz de cientos de estudios científicos que evalúan su impacto sobre nuestra salud, no es extraño que muchos médicos recomienden beber vino tinto con moderación.
¿Por qué el vino tinto es beneficioso para la salud?
La mayoría de los expertos coinciden en que los efectos del vino tinto se deben, en gran parte, al resveratrol, una sustancia que se encuentra en la uva y que tiene propiedades antioxidantes, capaz de retrasar el proceso de oxidación y mantener bajo control la inflamación.
En este sentido, los estudios sugieren que el resveratrol puede retardar el proceso de envejecimiento natural y prevenir la aparición de enfermedades como el cáncer, la pérdida de la audición y las alteraciones cardiovasculares. De hecho, una investigación realizada en la Universidad de Leeds, en Inglaterra, ha desvelado que los antioxidantes del vino tinto son capaces de prevenir el deterioro cognitivo y en especial el Alzheimer, uno de los tipos de demencia más frecuentes en el mundo.
Sin embargo, los resultados de algunas investigaciones realizadas en Estados Unidos sugieren que los beneficios del vino tinto no dependen exclusivamente de los componentes de esta bebida sino también de la dieta y el estilo de vida que lo acompaña. De hecho, se conoce que el consumidor habitual de vino tinto suele ser una persona de clase media o alta. Por lo tanto, se trata de personas que suelen mantener hábitos de alimentación bastante equilibrados y un estilo de vida relativamente sano.
Cinco razones para incluir el vino tinto en tu dieta cotidiana
1. Estimula las funciones cognitivas
Investigadores del Central Institute of Mental Health in Mannheim, en Alemania, han descubierto que las personas que toman al menos dos o tres copas de vino tinto al día tienen tres veces menos probabilidades de desarrollar signos de demencia, sobre todo Alzheimer. Esto se debe a que los antioxidantes que se hallan en el vino tinto regulan la coagulación de la sangre y evitan el endurecimiento de las arterias. De esta manera, el riego sanguíneo al cerebro es mejor y se estimula el funcionamiento cognitivo.
2. Ayuda a mantener el peso corporal bajo control
Según un estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine, las mujeres que toman vino tinto con moderación tienen un riesgo menor de padecer sobrepeso y obesidad. Todo se debe al incremento del gasto energético después de haber bebido vino tinto, un efecto que no solo permite quemar las calorías extras que aporta el alcohol sino también las que provienen de la comida. Además, también se conoce que el vino tinto inhibe la formación de células grasas y ayuda a metabolizar las que ya existentes.
3. Previene los problemas cardiovasculares
Los flavonoides presentes en el vino tinto son conocidos por su efecto antioxidante y por proteger a las arterias. Gracias a estos compuestos se evita el endurecimiento de las arterias y la formación de coágulos, a la vez que se estimula la circulación sanguínea. Obviamente, estos factores inciden a largo plazo en la salud cardio y cerebrovascular, disminuyendo el riesgo de sufrir ictus e infartos.
4. Aumenta la longevidad
Diversas investigaciones realizadas a lo largo del mundo aseguran que beber vino tinto con moderación puede añadir años a nuestra vida. Esto se debe a los efectos del resveratrol, que mantiene bajo control las moléculas que causan inflamación en el cuerpo. De esta manera logra retrasar el proceso de envejecimiento y el desarrollo de alteraciones patológicas como la pérdida de las funciones sensoriales.
5. Previene el cáncer
Las propiedades antioxidantes del resveratrol también tienen un efecto tumoricida; es decir, el resveratrol es capaz de frenar el crecimiento de las células tumorales, sobre todo en los cánceres de pulmón, mama, próstata y la leucemia.