Para muchas personas que practican ejercicio físico tomar suplementos deportivos se ha convertido en una moda. Por tanto, no es extraño que tan solo el año pasado la industria de los suplementos deportivos en la Unión Europea haya crecido un 15%. Su enorme difusión se debe, en gran parte, a que es una forma muy rápida de desarrollar los músculos y además, es bastante sencillo ya que no es necesario esforzarse demasiado en el gimnasio para lograr el cuerpo deseado. Sin embargo, los efectos a largo plazo de los suplementos deportivos los han puesto en tela de juicio. ¿Son buenos o malos?
Los suplementos deportivos que menos daño causan
- Multivitaminas. Tomar una multivitamina al día es una buena estrategia para mantener la salud y adquirir una dosis extra de energía. De hecho, se conoce que las multivitaminas son capaces de combatir las deficiencias nutricionales y prevenir numerosas enfermedades. Además, son un excelente complemento para desarrollar la fuerza y mejorar la resistencia deportiva.
- Glutamina. La glutamina es un aminoácido que se encuentra en la sangre y que es el responsable de numerosas reacciones bioquímicas en nuestro organismo. Es una especie de combustible metabólico primario que utilizan las células del sistema inmunológico. De hecho, un estudio publicado en la revista Sport Medicine afirma que la glutamina ayuda a reducir el riesgo de infección en los atletas.
- Creatina. La creatina es uno de los suplementos deportivos más estudiados ya que, hasta el momento, es la única sustancia que tiene una acción directa en la transformación de nutrientes en energía. Este efecto se debe a su participación en la producción de adenosín trifosfato, un componente químico que estimula el suministro de energía a las células musculares. Por eso, los deportistas que consumen suplementos de creatina pueden aumentar su fuerza y resistencia física.
En sentido general, tomar suplementos deportivos puede ser eficaz para desarrollar la masa muscular, equilibrar el balance nutricional y quemar el exceso de grasas. No obstante, existen diferentes sustancias y algunas pueden llegar a ser muy dañinas para nuestra salud, sobre todo si se consumen durante largos periodos de tiempo.
Los suplementos deportivos que debes evitar
- Bloqueadores de hidratos de carbono. Los hidratos de carbono o carbohidratos son muy importantes ya que son la principal fuente de la que nuestro cuerpo extrae la energía. Obviamente, cuando se consumen en exceso también conducen a la acumulación de grasa, razón por la cual muchos deportistas deciden recurrir a los suplementos bloqueadores de hidratos de carbono. Sin embargo, lo que la mayoría de estas personas desconoce es que los hidratos de carbono también son necesarios para el metabolismo por lo que detener su acción puede provocar efectos secundarios como diarreas, vómitos, gases y náuseas.
- Potenciadores de la testosterona. Desde hace más de una década los suplementos que estimulan la biosíntesis de testosterona son unos de los preferidos de los deportistas ya que estimulan la resistencia, la potencia física y sexual e incrementan rápidamente la fuerza y la masa muscular. Sin embargo, este tipo de suplementos provocan numerosos efectos adversos por lo que, a la larga, son mayores los daños que los beneficios. Por ejemplo, se conoce que estos suplementos incrementan el crecimiento glandular, a la vez que estimulan la retención de líquidos, la impotencia, el acné, la ginecomastia y la caída del cabello.
- Efedrina. Desde que fue aprobada por la U. S. Food and Drugs Administration, la efedrina ha sido utilizada con muy buenos resultados en pacientes asmáticos debido a que tiene una acción antiespasmódica y descongestionante bronquial. Además, también se usa para estimular el estado de alerta y mejorar el nivel energético, a la vez que ayuda a quemar la grasa. Estas características han hecho que la efedrina se convierta en un aliado de los deportistas. Sin embargo, esta sustancia puede ser muy peligrosa, sobre todo cuando se combina con estimulantes, y puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión arterial, problemas del corazón, mareos, palpitaciones e insomnio.