La apnea del sueño es uno de los motivos más frecuentes por el que los adultos acuden a consulta cuando buscan una solución para dormir bien. De hecho, se conoce que alrededor del 20% de las personas padece este trastorno, aunque muchos no son capaces de reconocer los síntomas.
Se trata de una alteración del sueño que se caracteriza por episodios repetidos de obstrucción respiratoria que le impiden a la persona dormir tranquilamente y descansar. Quienes padecen apnea del sueño suelen manifestar problemas de insomnio y, como resultado, aparecen síntomas como la fatiga crónica, la pérdida de memoria, la falta de concentración, el dolor de cabeza y un aumento de la ansiedad, el estrés y la depresión. De hecho, estas son las razones que motivan a las personas a acudir al médico, aunque la única manera para evitar todos estos síntomas consiste en encontrar una solución para su causa: la apnea del sueño.
En la actualidad existen diferentes tratamientos médicos bastante eficaces para aliviar la apnea del sueño, pero muchos expertos aconsejan la práctica de algunos ejercicios y remedios naturales, que pueden mejorar muchísimo el trastorno. En este sentido, especialistas de la University of Sao Paulo Brazil Medical School han afirmado en The American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine que algunos entrenamientos naturales, como los ejercicios de garganta, pueden reducir hasta en un 39% los síntomas de la apnea del sueño. Sin embargo, estos no son los únicos ejercicios, hay más alternativas.
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Ejercicios y trucos muy sencillos para mejorar la apnea del sueño
Infla un globo
Entrenar los músculos respiratorios para que no se relajen demasiado durante el sueño es una estrategia para combatir los síntomas de la apnea. ¿Cómo lograrlo? Muy sencillo: inflando un globo con la boca. Este ejercicio orofaríngeo ayuda a controlar la respiración y mejora el flujo de aire a través de la nariz fortaleciendo el tejido blando de la garganta. Siéntate, toma un globo y haz 5 soplidos profundos, sin retirar el globo de la boca. Puedes repetir el ejercicio al menos una vez al día.
Duerme sobre un lado del cuerpo
Se ha comprobado que cuando se duerme boca arriba la respiración se ralentiza y se hace más afanosa, igual que cuando se duerme boca abajo. Sin embargo, cuando se duerme de costado; es decir, sobre un lado del cuerpo, la respiración se beneficia porque la entrada de aire a los pulmones es mayor. Este es una solución muy simple para quienes tienen apnea del sueño y manifiestan problemas para respirar durante la noche. Un pequeño truco consiste en coser a la parte posterior de tu pijama un objeto que te impida acostarte boca arriba, de esta manera te verás obligado a ponerte de costado y con el paso de los días se volverá una costumbre.
Estimula el paladar blando pronunciando vocales abiertas
No solo se trata de un ejercicio para los niños en edad preescolar que están aprendiendo a leer sino que también puede ser muy útil para los adultos que padecen apnea del sueño. Gracias a este ejercicio podrás estimular el paladar blando y mejorar la funcionalidad y el control de tu respiración. Solo tienes que pronunciar una vocal abierta, de manera tal que el aire se escape únicamente por la boca. Puedes recurrir a palabras como: muebles, tras, tul, piensa, par, fuego y momia.
Acuéstate con la cabeza elevada
Dormir con la cabeza un poco más elevada que el resto del cuerpo puede ser útil para mejorar la respiración nocturna. Sin embargo, no se trata de usar una almohada sino de dormir con la cabeza ligeramente elevada desde el torso, para evitar problemas de cervical. Lo ideal es que consigas una cama mecánica que te permita elevar la parte de la cabecera, otra alternativa es colocar unos soportes debajo de las patas de la cabecera de una cama normal. La idea es que quedes en una posición ligeramente inclinada que no afecte la calidad del sueño y que favorezca tu respiración pero que, a la misma vez, no dañe tu columna.